¡Ah, raza! En el tinglado del boxeo, pocas cosas calientan más los ánimos que una buena pelea, o de plano, una decepción de aquellas que te dejan con el ojo cuadrado y el coraje atorado. Y justo eso fue lo que pasó cuando el Junior, el mismísimo vástago del Gran Campeón Mexicano, Julio César Chávez Jr., se subió al ring a echarse un tirito con el tal Jake Paul. ¡Ay, nanita! Esa noche, el ambiente se puso más denso que caldo de pollo de fonda, y las palabras del gran Juan Manuel "Dinamita" Márquez retumbaron como campanazo de nocaut, dejando a más de uno con el Jesús en la boca.
Juan Manuel Marquez (imagen: esto.com.mx)El "Dinamita", que no se anda por las ramas ni con medias tintas, y que sabe de esto del boxeo más que el panadero de pan, no se guardó nada. Y es que ver al "Hijo de la Leyenda" fajarse con un youtuber que le entró a esto de los guantes por la mercadotecnia y los likes, ya de por sí era algo que olía a puro chismorreo de lavadero. Pero lo que colmó la paciencia de Márquez fue la forma en que se dio el asunto. Lo que se vio arriba del cuadrilátero, diría mi abuela, fue “pa’ llorar y no terminar”.
Un Golpe Bajo para la Nobleza del Boxeo
Para Juan Manuel, ver a Chávez Jr. no fue cosa de poca monta. Fue, en sus propias palabras, "un gancho muy fuerte a la industria del boxeo". Y no es para menos, mis chavos. Imagínense el peso de un apellido como Chávez, sinónimo de garra, de honor, de millones de golpes que forjaron una leyenda. Y que de repente, ese linaje se vea en aprietos con alguien que, con todo respeto, es más famoso por sus ocurrencias en internet que por sus jabs y uppercuts. Eso cala, eso duele en el alma de cualquier purista de este deporte.
Márquez, con la sangre hirviendo y el ojo crítico bien afilado, lo sentenció sin pelos en la lengua: el Junior "dejó mucho que desear". ¡Y cómo no! Si la gente esperaba ver al Chávez de antaño, ese que salía a morir en la raya, que no le temía a nada ni a nadie, lo que se topó fue con un peleador “tacaño”. ¿Tacaño? Sí, así como lo oyen. Un boxeador que no soltaba golpes, que medía cada puño como si fuera de oro puro. ¡Pura flojera en las manos, oiga!
El “Dinamita” lo dijo claro: "No le gusta lanzar golpes, que es un peleador tacaño". Y es que uno, que le va al boxeo con el corazón en la mano, espera ver una lluvia de plomo, un intercambio de metralla, pero lo que se vio fue una escasez de ofensiva que desesperaba. Márquez, con esa pasión que lo caracteriza, confesó que estaba “enojado” viendo la pelea, gritándole a la tele: "¡Tira golpes!". Como si el Junior lo pudiera escuchar desde el otro lado del mundo. Era el lamento de un campeón que veía cómo se escapaba la oportunidad de dar un espectáculo a la altura del apellido.
De diez rounds, ¡nomás en dos se dignó a boxear de a de veras! Así lo vio Márquez. Una miseria, ¿no creen? Uno que se chuta la función entera, que le invierte su lana al pago por evento, que se desvela, espera ver a un guerrero, no a alguien que parece estar de paseo por el parque. La gente quería ver al "Hijo de la Leyenda" sacando la casta, echando los huevos para adelante, pero se encontró con una versión descafeinada que no le llegaba ni a los talones al legado de su padre. Fue como ir a un concierto de rock y que el vocalista solo cante baladas. ¡Que chafa!
La WBA, ¿Dejándose Llevar por los Dólares?
Pero la frustración de Márquez no se quedó solo en el desempeño del Junior. ¡Ni de chiste! El "Dinamita" también le tiró con todo a la Asociación Mundial de Boxeo (WBA, por sus siglas en inglés) por una decisión que, para muchos, raya en lo absurdo y lo ridículo: ¿cómo es posible que hayan rankeado a Jake Paul, sí, al youtuber, en el puesto número 14 de los pesos crucero? ¡Qué poca! Eso ya es el colmo del relajo.
Márquez, que ha visto mil batallas y sabe cuándo un peleador tiene lo que se necesita y cuándo nomás está dando el gatazo, no se lo explicó. Dijo que Jake Paul mostraba "errores de amateur" y que le faltaba "un proceso boxístico completo". ¡Y claro que sí! Si uno que sabe tantito de boxeo, se da cuenta de inmediato cuando un golpeador no tiene la técnica pulida. Por ejemplo, el “Dinamita” se fijó que Paul lanzaba un upper con un pie hacia adelante, un detalle técnico que en el boxeo serio es una pifia garrafal. Es como querer manejar un coche sin saber meter las velocidades. ¡Un desastre!
Para Márquez, clasificar a Paul en un puesto tan alto, y ponerlo en una posición donde podría, ojo, ¡podría! disputar un título mundial con tantas deficiencias, sería un "error fatal, muy grande para el boxeo". Y es que esto del boxeo tiene su mística, su respeto, su tradición. No es nomás subirte y lanzar golpes a lo loco. Hay una escuela, una disciplina, un camino largo y espinoso que se recorre desde las ligas amateurs hasta los grandes escenarios. Y de repente, que alguien se brinque todo ese proceso y sea rankeado por el simple hecho de ser popular en redes, eso es una bofetada con guante blanco a todos los que se rompen el alma en el gimnasio día tras día.
El “Dinamita” es un hombre de principios, y para él, si Paul quería un ranking, debió haberle ganado a un peleador de los cinco primeros puestos, no a alguien que está en las últimas o que nomás va de paso. Es como querer ser el mejor futbolista del mundo sin haberle ganado a nadie de peso. ¡Pura fantasía! Es como si el show business se adueñara del cuadrilátero, y la habilidad pasara a segundo término ante el número de seguidores en TikTok. ¡Ni de chiste! Esto del boxeo no es un circo de tres pistas, es un deporte de valientes.
Julio Cesar Chavez Jr. / Jake Paul (imagen: www.bbc.com)El Legado y la Sombra del Padre
El caso de Julio César Chávez Jr. es de esos que te hacen reflexionar sobre el peso de un apellido. No cualquiera puede cargar con el manto de una leyenda como el "Gran Campeón Mexicano". La sombra de su padre es tan inmensa que cualquier paso en falso del Junior se magnifica, se comenta en todos los rincones, y se compara hasta el cansancio. La gente siempre esperará de él la misma garra, el mismo corazón que ponía el César. Y eso, mis panas, es una loza pesada para cualquiera.
Márquez, al ver la derrota del Junior, no solo pensó en la pelea en sí, sino en el golpe que esto significaba para el boxeo nacional. Es como si el estandarte de la pugilística mexicana sufriera un descalabro. Y es que el boxeo es parte de la identidad mexicana, es un deporte que nos ha dado gloria y momentos inolvidables. Ver a un youtuber ganarle a un ex-campeón del mundo que lleva la sangre de uno de los más grandes, eso es algo que no se digiere fácil.
El “Dinamita” no es de los que se quedan callados cuando ve una injusticia o una falta de compromiso. Él ha criticado a otros boxeadores, incluso a figuras como el “Canelo” Álvarez, cuando siente que no están dando el ancho o que se están yendo por la tangente. Su voz es una de las más respetadas en el medio, y cuando habla, es porque hay algo que le duele, algo que le preocupa por el bien del boxeo.
La debacle de Chávez Jr. frente a Paul no solo fue una derrota en el récord, fue una sacudida al orgullo de muchos. Las expectativas eran altas, no por el rival, sino por el apellido, por la esperanza de que el Junior, de una vez por todas, sacara ese “algo” que alguna vez tuvo y que lo llevó a ser campeón. Pero la realidad fue otra, una que dejó un sabor amargo en la boca de los aficionados y una confirmación de las preocupaciones de Márquez.
El Futuro y la Reflexión Obligada
¿Qué sigue para Julio César Chávez Jr.? Esa es la pregunta que muchos se hacen. Después de una derrota tan controvertida, y con las palabras de un ídolo como Márquez resonando, el camino se antoja empinado. Tendrá que hacer un examen de conciencia profundo y decidir qué es lo que realmente quiere para su carrera. ¿Seguirá en el boxeo buscando redención, o es tiempo de colgar los guantes y dedicarse a otra cosa? Solo él tiene la respuesta.
Por otro lado, el fenómeno Jake Paul y su incursión en el boxeo es un claro ejemplo de cómo el espectáculo y las redes sociales pueden influir en un deporte tan tradicional. Es una llamada de atención para los organismos rectores del boxeo, para que no permitan que la farándula opaque la seriedad y el rigor de la disciplina. El boxeo es un arte, una ciencia, un deporte de contacto que exige dedicación, talento y mucho corazón. No es un juego ni un pasatiempo para influencers.
Las críticas de Juan Manuel Márquez no son solo palabras al viento. Son un grito de guerra, un llamado de atención para que el boxeo no pierda su esencia, para que los peleadores se tomen en serio su profesión, y para que los organismos sean justos y transparentes en sus decisiones. El "Dinamita" es un guardián de la vieja escuela, un defensor de la nobleza del boxeo, y su voz siempre será importante para recordarnos que en este deporte, la gloria se gana con sudor, sangre y honor, no con likes ni seguidores.
Al final del día, la pelea entre Chávez Jr. y Jake Paul nos dejó muchas lecciones. Una de ellas es que en el boxeo, como en la vida, no siempre se gana, y que la fama no lo es todo. Otra, que el respeto se gana en el ring, a golpe de riñón y con el corazón por delante. Y la más importante, quizás, que las palabras de un verdadero campeón como Juan Manuel Márquez son un tesoro que debemos escuchar, porque vienen de la experiencia y del amor genuino por un deporte que, a pesar de los pesares, sigue siendo uno de los más apasionantes del mundo. ¡Arriba el boxeo, y que viva la “Dinamita” Márquez!
Fuentes de Consulta:
Juan Manuel Márquez tunde a Chávez Jr. tras caer ante Jake Paul - Mediotiempo - Juan Manuel Márquez advierte a Julio César Chávez Jr: 'Será un desastre si pierde' - Récord
- La advertencia de Juan Manuel Márquez a Julio César Chávez Jr. para su pelea contra Jake Paul - Infobae
- Juan Manuel Márquez sobre Jake Paul: “No podemos comparar a un youtuber con un boxeador” - Diario AS
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