¡El Lobo Checheno Arrasa y Se Corona Campeón! Khamzat Chimaev Le Quita el Cinturón a Dricus du Plessis en una Pelea Épica de UFC 319

 Órale, carnales, si andan buscando las noticias más frescas y chidas del mundo de las artes marciales mixtas, déjenme contarles esta historia que está que arde. Ayer nomás, el 16 de agosto de 2025, en el United Center de Chicago, se armó un desmadre total en UFC 319. El centro de atención fue la pelea por el título de peso mediano, donde el sudafricano Dricus du Plessis, que venía defendiendo su corona como un león, se topó con el lobo invicto Khamzat Chimaev. Neta que esta bronca fue de esas que te dejan con la boca abierta, llena de dominio puro y wrestling de alto nivel. Chimaev, ese cabrón checheno que no sabe lo que es perder, le dio una lección al campeón y se llevó el cinturón por decisión unánime. Si quieren saber todos los detalles, sigan leyendo porque les voy a narrar esto como si estuviéramos platicando en una taquería, con todo el sabor mexicano y un toque de caló para que suene bien barrio.

 Khamzat Chimaev Le Quita el Cinturón a Dricus du Plessis (imagen: www.cnnindonesia.com)

Imagínense la escena: Chicago vibrando con miles de fans gritando, luces brillantes, música a todo volumen y Dana White ahí en primera fila, con esa cara de "esto va a ser legendario". Du Plessis, conocido como "Stillknocks", llegaba con un récord de 23-2, habiendo noqueado a tipos duros como Israel Adesanya y Sean Strickland. El carnal es un striker letal, con patadas que parecen mazos y un corazón de guerrero africano. Venía de defender su título dos veces seguidas, y todos pensaban que su mezcla de striking y grappling lo haría invencible. Pero enfrente tenía a Chimaev, el "Borz" –que significa lobo en checheno–, un monstruo de 14-0 que ha destrozado a todos en su camino, desde welterweight hasta middleweight. Este vato, criado en Suecia pero con raíces en Chechenia, es famoso por sus takedowns brutales y su ground and pound que deja a los rivales como trapos viejos. Neta que su última pelea contra Robert Whittaker fue un sometimiento en el primer round que dejó a todos boquiabiertos.

La tensión se sentía desde los pesajes. El viernes, los dos se miraron como si quisieran matarse ahí mismo. Du Plessis pesó 185 libras, bien en forma, y Chimaev 183, listo para devorar. En la ceremonia, se empujaron un poco, y el sudafricano gritó algo como "¡Ven por mí, cabrón!", mientras Khamzat solo sonreía con esa mirada fría que te pone los pelos de punta. Todos sabíamos que esta pelea no era solo por el título; era un choque de estilos: el striking explosivo de Dricus contra el wrestling implacable de Khamzat. En las apuestas, Chimaev era favorito por -265, pero du Plessis tenía odds de +215, lo que significaba que muchos creían en una sorpresa. Y óiganme bien, esta noticia es fresca fresca, de menos de 24 horas, porque el evento terminó anoche y los análisis están saliendo hoy, 17 de agosto.

Ahora, vamos al meollo del asunto, la pelea en sí. El primer round empezó y ¡bum! Chimaev no perdió tiempo. En menos de 10 segundos, agarró a du Plessis y lo tiró al suelo como si fuera un costal de papas. El lobo se montó en crucifix y empezó a soltar golpes desde arriba, controlando todo el round. Dricus intentaba defenderse, moviéndose como loco para no dejar que lo sometieran, pero Khamzat era una máquina: takedowns perfectos, ground control total. Los jueces lo vieron clarito, 10-9 para Chimaev, pero neta que fue más dominante que eso. El sudafricano se veía frustrado, sudando la gota gorda, mientras el checheno parecía fresco como lechuga.

En el segundo round, más de lo mismo, carnales. Du Plessis trató de mantener la distancia, lanzando jabs y patadas para no dejar que Khamzat se acercara. Pero el lobo es astuto; esperó el momento, cerró la distancia y ¡zas!, otro takedown. Esta vez, lo mantuvo pegado al canvas por casi todo el round, soltando golpes cortos pero efectivos. Dricus lograba pararse de vez en cuando, pero Chimaev lo volvía a derribar. Fue como ver a un toro contra un matador, pero el matador era el que dominaba. Khamzat aterrizó como 12 takedowns en total durante la pelea, rompiendo récords en middleweight. Neta que du Plessis, que es un cabrón resistente, no encontró respuesta para ese wrestling elite.

Llegamos al tercero, y el patrón se repetía. Chimaev, con esa stamina de otro mundo, seguía presionando. Du Plessis intentaba strikes, conectó un par de golpes buenos que hicieron sangrar un poco al checheno, pero nada que lo detuviera. Otro takedown al final del round, y Khamzat cerrando fuerte. Los fans en el arena gritaban "Borz! Borz!", mientras otros abucheaban porque querían más acción de pie. Pero óiganme, en las artes marciales mixtas, el dominio es dominio, y Chimaev estaba dando una clínica de grappling.

Los rounds de campeonato, el cuarto y quinto, fueron el clavo en el ataúd para du Plessis. Khamzat no aflojó; chaining takedowns, moviendo al campeón por todo el Octágono como si fuera un muñeco. Dricus tuvo un momento de esperanza en el quinto, con un push ofensivo donde lanzó todo lo que tenía, pero no capitalizó. Al final, los jueces lo vieron unánime: 50-44 en las tres tarjetas. ¡50-44! Eso significa que Chimaev ganó todos los rounds, y algunos hasta 10-8 por el control absoluto. Pasó más de 21 minutos controlando en el suelo, aterrizando strikes que sumaron un récord en UFC para peleas de título. Khamzat se coronó como el nuevo rey de los medianos, manteniendo su invicto en 15-0, y uniéndose a elite como Khabib Nurmagomedov o Ilia Topuria como campeones invictos.

Khamzat Chimaev (imagen: nutriciondemonios.com)

Después de la pelea, el ambiente era eléctrico. Chimaev, con el cinturón en la cintura, gritó en la entrevista: "¡Soy el rey ahora! Nadie me para". Dana White le dio el bono de Performance of the Night, junto con otros como Lerone Murphy y Carlos Prates, que también noquearon con spinning elbows chidísimos. Du Plessis, cabizbajo pero respetuoso, dijo: "Me dominó, neta que es un monstruo. Volveré más fuerte". Las reacciones en redes explotaron; algunos pros como Paulo Costa bromearon "Robé el stream y quiero reembolso" porque fue puro wrestling, mientras otros lo alabaron como "el futuro de MMA". Neta que esta victoria pone a Chimaev en la cima, y ya se habla de defensas contra tipos como Strickland o hasta un sueño contra Islam Makhachev en welter.

Pero no crean que UFC 319 fue solo esta pelea. Para contextualizar, el card estuvo repleto de acción. En el co-main, Lerone Murphy, invicto inglés, noqueó al debutante Aaron Pico con un spinning back elbow en el primero, dejando al vato tieso. Antes, Carlos Prates hizo lo mismo con Geoff Neal, otro KO brutal. Michael "Venom" Page venció a Jared Cannonier por decisión, mostrando su striking flashy. Y Tim Elliott sometió a Kai Asakura en el segundo. En prelims, highlights como Baisangur Susurkaev sometiendo en su debut UFC, o Michal Oleksiejczuk noqueando a Gerald Meerschaert. Fue un evento chido, con tres peleas canceladas en las últimas 48 horas, pero lo que quedó fue el dominio de Chimaev.

Hablando de por qué esta noticia es tan popular en el mundo de las artes marciales mixtas, Khamzat es un fenómeno. Desde que debutó en UFC en 2020, ha sido una bestia: peleas seguidas en semanas, finishes rápidos. Su background checheno, con apoyo de Ramzan Kadyrov, lo hace controversial, pero su skill es innegable. Du Plessis, por su lado, representaba el orgullo sudafricano, con un estilo agresivo que emocionaba. Esta pelea resuelve debates: ¿puede el wrestling puro ganar títulos? Simón que sí. Para los fans mexicanos, esto nos recuerda a tipos como Brandon Moreno, que suben con corazón, pero Chimaev es como un Cain Velasquez moderno, dominando con ground game.

Las implicaciones para la división middleweight son enormes. Chimaev ahora es el quinto campeón en menos de tres años, mostrando lo competida que está. Próximos retadores podrían ser Nassourdine Imavov o Caio Borralho, que pelean pronto. Khamzat ya dijo que no tiene lesiones y podría pelear en UFC 321 en Abu Dhabi si Dana quiere. Dana White, en la prensa post-fight, descartó ideas locas como Jon Jones en la Casa Blanca, pero alabó a Chimaev como "una fuerza". Neta que el futuro de MMA luce brillante con este carnal al mando.

En resumen, esta victoria de Khamzat Chimaev en UFC 319 no es solo una noticia; es un capítulo épico en la historia de las artes marciales mixtas. Del takedown inicial al cinturón final, fue una masterclass. Si andan en México o donde sea, sigan estas noticias UFC para no perderse nada. Órale, ¿qué opinan? ¿Chimaev es el nuevo goat? Coméntenme.

Fuentes de consulta:

Les recomiendo que visiten estas fuentes para ver videos, highlights y más detalles si quieren profundizar en esta chida noticia de MMA. ¡No se lo pierdan, carnales!

Publicar un comentario

0 Comentarios