En la historia de la UFC han pasado verdaderos guerreros, pero pocos se han retirado invictos, sin una sola mancha en su récord. Uno de esos elegidos fue Khabib "The Eagle" Nurmagomedov, el daguestaní que llegó, arrasó y se fue sin que nadie pudiera tumbarlo. No era el peleador más vistoso, ni el más hablador, pero cuando entraba al octágono, podías apostar que el otro pobre diablo iba a terminar en el piso, desesperado y con cara de "ya sáquenme de aquí".
Este compadre no solo fue campeón de peso ligero, sino que también dejó una huella imborrable en el mundo de las MMA. Su estilo de pelea, su disciplina de hierro y la historia de su vida hicieron que se convirtiera en un verdadero mito. Pero antes de llegar a la gloria, Khabib tuvo que pasar por un entrenamiento que haría llorar hasta al más machín.
De niño a bestia del octágono
Nacido en 1988 en las frías tierras de Dagestán, Rusia, Khabib creció en un ambiente donde ser peleador no era una opción, sino casi un requisito. Su padre, Abdulmanap Nurmagomedov, era un reconocido entrenador de sambo y lucha, así que desde morrito lo puso a entrenar. Y no cualquier entrenamiento, el chavito creció peleando contra osos. Sí, leíste bien, su jefe lo ponía a forcejear con cachorros de oso para que se hiciera fuerte. Aquí en México nos creemos rudos porque nos caemos de la bici y nos levantamos, pero en Dagestán los niños crecen aplicando llaves de sumisión a osos.
Desde temprana edad, Khabib se volvió un prodigio de la lucha, dominando sambo, judo y grappling como si fueran parte de su ADN. Con esa base, cuando entró a las MMA, no hubo quien le aguantara la presión.
Estilo de pelea: Un abrazador profesional
Si algo caracterizaba a Khabib, era su capacidad de convertir el octágono en su tapete de lucha personal. Desde el primer round, se lanzaba como imán al cuerpo de su rival, lo derribaba y ahí empezaba el suplicio.
Mientras otros peleadores buscaban el nocaut o el show, Khabib tenía otra táctica: agarrarte, cansarte, pegarte y hablarte mientras te dominaba. Sí, porque no solo te estaba sometiendo, sino que te hablaba en el oído para humillarte más. Pregúntenle a Michael Johnson, que mientras Khabib lo tenía atrapado, le decía "ríndete, tengo que pelear por el título". O a Conor McGregor, al que le susurró "hablemos ahora" mientras le reventaba la cara en el suelo.
Su técnica no era bonita, pero era mortal. Como dijo Dustin Poirier, uno de los tantos que sufrieron en sus garras:
"Es como estar ahogándote y alguien te tapa la nariz."
La rivalidad con McGregor: La guerra fuera del octágono
Si hubo una pelea que marcó a Khabib fue la que tuvo contra el hablador más grande de la UFC: Conor McGregor.
El irlandés, que ya era experto en calentar peleas con su lengua venenosa, se pasó de lanza cuando metió a la familia y la religión de Khabib en el juego. Insultó a su padre, a su país y hasta a su fe, algo que en Dagestán es como firmar tu sentencia de muerte.
Cuando finalmente se enfrentaron en octubre de 2018, Khabib no solo le dio una cátedra de grappling a McGregor, sino que lo obligó a rendirse en el cuarto round. Pero lo más icónico fue lo que pasó después: Khabib, aún caliente por los insultos, saltó la jaula como un animal desatado y se fue directo a los amigos de Conor a repartir golpes.
Ese día quedó claro que con Khabib no se jugaba. Le quitaron parte de su bolsa, lo suspendieron por unos meses, pero le valió. Para él, el respeto estaba por encima del dinero y la fama.
Invicto y con dignidad: Se fue sin mancha en el récord
Khabib se retiró con un impresionante récord de 29-0, algo que nadie ha logrado en la UFC moderna.
Su última pelea fue contra Justin Gaethje en 2020, donde lo hizo ver como amateur y lo finalizó con un triángulo en el segundo round. Pero lo más impactante vino después: anunció su retiro en ese mismo momento, dejando a todos con el ojo cuadrado.
¿Por qué se fue? Por la promesa que le hizo a su madre. Después de la muerte de su padre, Khabib le juró que no pelearía sin él en su esquina. Y como buen daguestaní, lo cumplió. No hubo dinero, títulos ni ofertas que lo hicieran cambiar de opinión.
Su vida después de la UFC: De peleador a empresario
Khabib no se fue a descansar a la playa después de su retiro. Al contrario, se convirtió en entrenador y empresario.
Fundó su propia promotora de MMA, Eagle FC, donde busca darle oportunidad a nuevos talentos. También ha sido entrenador de peleadores como Islam Makhachev, su amigo y sucesor en la división ligera.
Además, ha aprovechado su fama para hacer negocios fuera de la jaula. Tiene su línea de ropa, academias de lucha y hasta ha dado charlas motivacionales en todo el mundo.
El legado de Khabib: Lo que dejó en la historia de la MMA
La historia de Khabib es única porque no solo se trata de un peleador invicto, sino de un hombre que nunca traicionó sus valores.
Nunca cayó en el juego del espectáculo barato, nunca peleó por dinero, nunca buscó la fama fácil. Se dedicó a entrenar, aplastar rivales y salir de la UFC sin que nadie pudiera tocar su récord.
Hoy en día, es considerado uno de los mejores peleadores de la historia, y aunque algunos le critican que no peleó contra ciertos nombres, la realidad es que el que entraba con él a la jaula, terminaba derrotado, humillado y con la lección aprendida.
Khabib no fue solo un campeón, fue un fenómeno. Un peleador que dejó claro que en este negocio, la disciplina y el respeto pesan más que las palabras y los billetes.
Y aunque ya no lo veremos en la jaula, su legado sigue vivo en cada peleador que intenta replicar su dominio en el octágono.
Fuentes de consulta
- https://esto.com.mx/741538-khabib-nurmagomedov-el-peleador-que-se-retiro-invicto-de-ufc/
- https://www.kemifilani.ng/breaking-news/khabib-nurmagomedov-bio-age-height-wife-religion-weight-father-net-worth
- https://enelring.com.mx/ufc/2022/7/1/khabib-nurmagomedov-es-ingresado-al-salon-de-la-fama-de-la-ufc-7575.html
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