¡La Jaula de la Sorpresas: ¡Se Cae la Pelea Estelar y Queda la Lona Caliente!

 ¡Qué onda, carnales y comadres! Agárrense porque lo que les voy a contar de la UFC Vegas 107 no es cuento chino, es la neta del planeta. El pasado 31 de mayo de 2025, Las Vegas, Nevada, se preparaba para una noche de trancazos, de esos que te ponen la piel chinita. El plato fuerte, la pelea estelar que todos esperaban, era entre dos guerreras de a de veras: la mero mero Erin Blanchfield, alias "Cold Blooded", y Maycee Barber, a la que le dicen "The Future". Pero, ¡aguas!, que la vida, como el octágono, está llena de sorpresas y, a veces, se te sale el caldo sin que lo esperes.

(imgen: mmajunkie.usatoday.com)

Imagínense el ambiente: la banda en las gradas con la adrenalina a mil, las chelas bien frías, los comentaristas listos para narrar la épica, y hasta el video de presentación de las peleadoras ya había pasado. La gente estaba con el Jesús en la boca, esperando ver a estas dos fieras salir a repartir leña. Erin Blanchfield, que venía de una racha perrona y con ganas de echar lumbre después de un buen rato sin subirse a la jaula por unos achaques, estaba más que lista para demostrar de qué estaba hecha. Por el otro lado, Maycee Barber, con su estilo agresivo y sus puños que no se andan con rodeos, prometía un tiro de esos que te quitan el aliento.

Pero justo cuando el ambiente estaba más prendido que concierto de rock, cuando ya casi se escuchaban las cumbias de entrada y la porra echando desmadre, ¡zas! Se viene el balde de agua fría. De repente, la transmisión se cortó, el silencio se apoderó del aire, y los comentaristas, con cara de "me lleva la fregada", anunciaron lo impensable: ¡la pelea estelar se cancelaba a minutos de empezar! ¿Cómo la ven? ¡Un chismecito de esos que no te crees ni aunque te lo juren por la virgencita!

La razón, mis queridos, fue un "asunto médico" de Maycee Barber. Así, sin más ni menos, como si de repente le hubiera dado el mal del puerco o un dolor de muelas insoportable. Pero no, la cosa fue más seria que pleito de lavadero. Erin Blanchfield, la que ya estaba con la sangre hirviendo y lista para tirar patadas y puñetazos como si no hubiera un mañana, soltó la sopa. Dijo que Hunter Campbell, uno de los meros picudos de la UFC, le había dicho que a Maycee le dio un "ataque" o "convulsión" en el vestidor. ¡Qué fuerte! De esas cosas que te dejan con el ojo cuadrado y sin saber ni qué onda.

Esto, mis compas, no es cualquier cosa en el mundo de las Artes Marciales Mixtas (MMA). Cancelar una pelea estelar así, de último momento, cuando los luchadores ya están calientes y listos para salir a rifarse el físico, es algo que no se había visto ni en los videos más locos de YouTube. Es como si en la final del Mundial se cancelara el partido justo antes del silbatazo inicial. Un verdadero desgarriate y un golpe bajo para los fans que ya estaban más que puestos.

Y ni hablar de la pobre Erin Blanchfield. La morra estaba que echaba chispas, con una frustración que le brotaba por los poros. No era para menos. Después de tanto entrenar, de tanto aguantar dietas y madrizas en el gimnasio, que te salgan con esta jalada a la mera hora, es para mandar a volar a cualquiera. Erin no se quedó callada y, con toda la razón del mundo, le tiró con todo a Maycee Barber. Le dijo que era "poco profesional" y que "no le interesaba volver a pelear con ella". Hasta le mandó decir que "necesitaba arreglar su vida" o que de plano "buscara otra división" para pelear. ¡Directo a la yugular, como buen golpe de la UFC! Y es que la neta, quién sabe qué broncas traiga la Maycee en su mochila, porque esta no es la primera vez que le sale con estas.

Maycee Barber (imagen: sports.yahoo.com)

A ver, hagan changuitos conmigo para la Maycee, porque esta no es la primera vez que le da la "chiripiorca" por cuestiones de salud. Antes de esta, ya había estado en el ojo del huracán por problemas de salud que la habían mantenido fuera de la jaula por más de un año. Se decía que andaba batallando con neumonía, faringitis estreptocócica y hasta una infección por estafilococos. Y para colmo, en el pesaje previo a esta pelea, ¡también falló! Se pasó por medio kilo, lo que ya era una señal de que algo no andaba del todo bien en su esquina. La verdad es que su historial médico ya parece lista de supermercado, y eso, en un deporte tan exigente como la UFC, es un foco rojo más grande que el Ángel de la Independencia.

Los comentaristas, que son unos lobos de mar en esto de los trancazos, estaban igual de desconcertados. Daniel Cormier, el mero gallo de las narraciones, expresó su preocupación por la salud de Maycee y su pesar por Erin. Y es que no es para menos, ver a una peleadora que ya pasó por tanto, con una racha de seis victorias al hilo, y que a la mera hora no pueda cumplir con su compromiso, es para que hasta el más rudo se le arrugue el corazón.

Esta situación también encendió la mecha en las redes sociales. Los fans, que son más chismosos que lavandera de barrio, se lanzaron con todo. Algunos con mensajes de apoyo para Maycee, deseándole una pronta recuperación, y otros, con el hacha desenvainada, criticando su profesionalismo y exigiendo explicaciones. Los memes y los comentarios no se hicieron esperar, y es que en México somos buenos para el desmadre, hasta en las tragedias deportivas.

Al final, la función siguió su curso, pero con un sabor agridulce. La pelea entre Mateusz Gamrot y Ludovit Klein se convirtió en el evento principal "de emergencia", y aunque estos dos también se rifaron un tiro de campeonato, la neta es que el ambiente ya no fue el mismo. Fue como ir a una fiesta y que se acabe el tequila a mitad de la noche.

Lo que sí queda claro de este chismecito es que la salud de los atletas siempre debe ser lo primero, aunque a veces nos duela el codo y el corazón por no ver la pelea. La UFC, al final del día, tomó la decisión correcta, aunque haya dejado a muchos con las ganas de ver a estas dos fieras darse con todo. Y para Maycee Barber, la neta es que tiene que ponerse las pilas, arreglar sus broncas de salud, y si no, pues a buscarle por otro lado, porque en esto de las patadas y los puñetazos, no hay lugar para medias tintas. ¡Así o más claro, mis chavos! Y colorín colorado, este chismecito de la jaula se ha acabado, pero la polémica y las dudas sobre el futuro de Maycee Barber, esas sí que van a seguir dando lata.

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