Conor McGregor: de gloria en el octágono a polémicas mediáticas

Smart World julio 15, 2025

 Dicen que “el que es perico donde quiera es verde”, pero últimamente a McGregor se le nota más lo escandaloso que lo campeón. El irlandés que alguna vez fue ídolo de multitudes, rey de la UFC y ese loco carismático que rompía récords y mandíbulas, hoy anda más en boca de todos por las broncas fuera del ring que por lo que alguna vez fue su talento.

McGregor (imagen: wallsdesk.com)

Y es que no es la primera vez que Conor da de qué hablar por razones que nada tienen que ver con las artes marciales mixtas. Pero este nuevo rollo ya cruzó una línea bien rara: el tipo se metió en camisa de once varas por andar mandando fotos íntimas a una cantante famosa, lo cual no solo reventó las redes, sino que otra vez puso en duda qué tanto le importa su carrera o si ya nomás vive del desmadre.

No es de hoy que McGregor se mete en líos, pero sí es de hoy que su legado empieza a verse borroso entre tanta payasada.

El detonante del nuevo escándalo: ¿qué pasó con las fotos íntimas?

A ver, pa’ los que no han leído el chisme completo, va de nuez.

Resulta que McGregor, ese peleador que un día se rifaba en el octágono y otro día aventaba carritos de mano a camiones en Nueva York, fue exhibido por una cantante famosa que asegura que el irlandés le mandó fotos subiditas de tono. Según reportes de Bolavip, Mundo Deportivo e Infobae, el tema se filtró luego de un intercambio de mensajes privados que terminaron en imágenes donde Conor aparece en paños menores. Literalmente al desnudo.

El asunto ya escaló. La cantante no se quedó callada, publicó algunas capturas y, como era de esperarse, se armó el desmadre. El escándalo no tardó en agarrar vuelo en redes sociales, y todos querían opinar: fans, haters, medios, incluso otros peleadores.

Y ojo, que no solo se trata de una metida de pata mediática. Todo esto llega en medio de rumores sobre infidelidad, justo cuando McGregor aparentaba una vida más tranquila con su pareja y sus hijos. Si esto fuera una novela de las ocho, le pondrían “La caída de un ídolo”.

La reacción del público y redes sociales: ¿ya todos traen ojo en su vida?

Desde hace rato, McGregor parece que ya no puede dar un paso sin que lo sigan las cámaras o las polémicas. A la gente le encanta el morbo, y en cuanto se soltó esta bomba de las fotos íntimas, Twitter, TikTok e Instagram se llenaron de memes, reacciones, y cómo no, de juicios sin piedad.

Unos decían: “otra vez este güey”, como resignados a que el escocés (perdón, irlandés) no cambiará. Otros lo defendían: “dejen al hombre, no está haciendo nada ilegal”, y claro, los que lo acusaban de no respetar ni a su familia ni su carrera.

Lo que es claro es que McGregor dejó de ser solamente un peleador, y ahora es una figura mediática que, guste o no, vende más por lo que hace fuera del ring que dentro. Como si ya no importara cuántas peleas gane, sino cuántos escándalos más puede acumular antes de que UFC lo quiera borrar de sus vitrinas.

Y aquí entra mi punto de vista...

Durante años admiré a McGregor por su forma de pelear, por su velocidad, su mente afilada y su carisma. Pero últimamente McGregor ha sobresalido más por sus escándalos fuera del ring que por su legado en las artes marciales mixtas. Es una lástima que todo lo que dejó en el octágono se vea opacado por su forma de actuar en su vida personal.

Eso no lo digo como alguien moralista, sino como aficionado que se quedó esperando más hazañas deportivas, no más titulares de espectáculos.

McGregor (imagen: larrybrownsports.com)

Comparación con sus escándalos anteriores: patrón de conducta

Este no es el primer (ni será el último) lío de Conor McGregor. El historial es largo y bien pintoresco:

  • En 2018 arrojó un carrito de carga a un autobús con peleadores dentro, terminando con varios heridos. Terminó arrestado, claro.
  • En 2019 le soltó un puñetazo a un señor mayor en un bar solo porque no quiso tomarse un trago de su whisky “Proper Twelve”.
  • En 2021, en plena recuperación de una lesión, fue grabado en estado alterado, y acusado por agresión sexual, aunque el caso no prosperó.
  • Y ahora esto: fotos privadas, mujer famosa, y más dudas sobre su estabilidad emocional.

Se ve, se nota... esto ya no es un accidente. Es un patrón de conducta, de un tipo que parece no saber cómo manejar su fama, su dinero, o quizá simplemente se aburre y busca ruido donde no lo hay.

¿Y la UFC? Bien gracias. Mientras venda boletos, parece que el show sigue.

¿Cómo afecta esto su legado en las artes marciales mixtas?

Aquí es donde está lo grave del asunto. Porque Conor no era cualquier peleador. Fue campeón en dos divisiones al mismo tiempo, algo que nadie había logrado en UFC. Su enfrentamiento con Khabib, su trilogía con Nate Diaz, su show mediático contra Mayweather… todo eso lo hizo una leyenda viva del deporte.

Pero ahora, ese legado está manchado. Como si cada escándalo fuera un tatuaje más en su historial, pero no de los buenos. Ya no lo recordamos solo como el peleador feroz, sino como el tipo problemático, el millonario escandaloso.

Y eso pega. Porque los verdaderos fans queríamos más: más peleas, más técnica, más momentos gloriosos. Pero en su lugar nos dio más titulares, más polémicas y menos profesionalismo.

Reflexión final: ¿sigue siendo el “Notorious” o se perdió en su propio show?

A estas alturas, muchos ya se preguntan si McGregor se convirtió en lo que juró destruir: una caricatura de sí mismo. Un ídolo de barro que no supo cuándo parar, cuándo cambiar, cuándo madurar.

El "Notorious" que rompía moldes, ahora parece perdido en su propio personaje. El tipo que hablaba de disciplina, respeto y mentalidad de campeón, se diluyó entre fiestas, mujeres, pleitos legales y escándalos sexuales.

Quizá todavía tiene una última carta bajo la manga, una pelea que calle bocas y lo devuelva a la gloria. Pero la neta, se ve difícil. Porque el público ya no está seguro de si quiere verlo pelear o nomás reírse del nuevo drama en su vida.

Y eso, para alguien que tocó el cielo del deporte, es una verdadera lástima.

📚 Fuentes consultadas:

Smart World

Publicado por Smart World

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