Órale, raza, imagínense esto: es una noche de sábado en Las Vegas, el Apex Center vibra con esa energía eléctrica que solo las peleas de MMA pueden dar, y ahí en el centro del octágono, dos carnales listos para darse con todo. Por un lado, Roman Dolidze, el georgiano rudo que viene de una racha chida, con puños que parecen martillos y un grappling que te deja sin aire. Por el otro, Anthony Hernandez, conocido como "Fluffy" –un apodo que suena tierno, pero que en realidad esconde a un cabrón que te destroza con presión constante y sumisiones que te hacen ver estrellas. Esta pelea no era cualquier cosa; era el evento principal de UFC Vegas 109, y vaya que dejó a todos con la boca abierta. En el mundo de las artes marciales mixtas, donde cada golpe cuenta y cada sumisión puede cambiar destinos, Hernandez se lució como nunca, dominando de principio a fin y terminando con un choke que dejó a Dolidze sin opciones. ¿Quieren saber cómo se armó esta chingonería? Les cuento la historia paso a paso, como si estuviéramos platicando en una taquería después de la función, con tacos al pastor y una chela fría.
Fluffy le Da una Madriza Legendaria a Dolidze en el Octágono (imagen: https://www.instagram.com/ilovebamf/#)
Todo empezó hace meses, cuando la UFC armó esta cartelera para el 9 de agosto de 2025. Dolidze, ranked en el top 10 de los middleweights, llegaba con una racha de tres victorias seguidas, incluyendo madrizas a tipos como Marvin Vettori y Kevin Holland. El carnal es un experto en el suelo, con un guard que te atrapa como una telaraña, y sus golpes son de esos que te mandan a dormir si te descuidas. Venía con ganas de escalar más alto, soñando con un tiro al título contra Dricus du Plessis o Khamzat Chimaev en UFC 319. Pero enfrente tenía a Hernandez, un chavo de Fresno, California, que ha estado en modo bestia pura. Fluffy traía siete victorias al hilo, con sumisiones y decisions que demuestran su cardio interminable y su presión asfixiante. No es de los que te noquea de un solo madrazo, pero te desgasta como un motor que no para, y eso en MMA es letal. Los expertos lo veían como favorito, con odds de -330, mientras Dolidze era el underdog a +260. La raza en las apuestas ya olía que esto iba a ser una guerra de estilos: el poder explosivo del georgiano contra la resistencia del americano.
La noche del evento, el Apex estaba a reventar –bueno, no tanto como un estadio, pero la vibra era intensa. Las prelims ya habían calentado el ambiente con finishes chidos, como el slam brutal de Elijah Smith que dejó knockeado a Toshiomi Kazama, o la madriza de Joselyne Edwards a Priscila Cachoeira. Pero todos esperábamos el main event. Hernandez entró al octágono con esa cara de "voy a rifarme", luciendo su melena fluffy que le da el apodo, y Dolidze con esa mirada de guerrero vikingo, listo para imponer su ley. El referee Herb Dean, que ya ha visto de todo en este negocio, les dio las instrucciones, y ¡pum! Suena la campana para el round uno.
Desde el arranque, Hernandez mostró por qué es un cabrón en ascenso. Salió agresivo, presionando con jabs y low kicks que mantenían a Dolidze a distancia. El georgiano intentaba contragolpear con sus puños pesados, pero Fluffy era más rápido, moviéndose como un pinche gato. No hubo mucho drama en el primero, pero Hernandez ya estaba marcando territorio, aterrizando más strikes y controlando el ritmo. En el round dos, la cosa se puso más cabrona. Hernandez agarró a Dolidze y lo llevó al suelo con un takedown limpio. Ahí empezó el ground and pound: golpes desde arriba que sonaban como tambores de guerra. Dolidze trataba de defenderse, pero Fluffy no soltaba, descargando codazos y puños que le abrían la cara. Herb Dean estaba a punto de parar la pelea cuando sonó la campana, y Hernandez hasta pensó que ya había ganado. ¡Qué chinga! Pero no, seguía la bronca.
Entrando al tercero, Dolidze ya se veía desgastado, con la nariz sangrando y el ojo hinchado. Hernandez olió la sangre y apretó el acelerador. Un right hand directo lo mandó al canvas con más de un minuto por delante. Dolidze se levantó tambaleante, pero Fluffy no perdonó: una combinación de golpes lo volvió a tirar. La raza en el público gritaba como loca, y en redes ya volaban los memes sobre cómo Hernandez estaba "fluffeando" a su rival –doble sentido, carnales, porque fluffy significa esponjoso, pero aquí era una madriza suave pero letal. Dolidze sobrevivió el round, pero ya estaba en modo supervivencia, jadeando como si hubiera corrido un maratón.
El cuarto round fue el clavo en el ataúd. Hernandez, con su cardio de acero, volvió a presionar y llevó la pelea al suelo otra vez. Ahí, montó la espalda de Dolidze como un vaquero en rodeo, y le metió el rear-naked choke. El georgiano pataleó, trató de girar, pero nada. A los 2:45 del round, Dolidze tuvo que tapear –sumisión pura y dura. Hernandez saltó de alegría, levantando los brazos como si hubiera ganado la lotería, y el Apex explotó en aplausos. Oficial: Anthony Hernandez derrota a Roman Dolidze por sumisión en el round cuatro. Con esto, Fluffy extiende su racha a ocho victorias seguidas, y ahora está llamando la atención de los grandes: nombres como Caio Borralho, Robert Whittaker o Jared Cannonier suenan para su próximo reto. En el middleweight, que está que arde con el título en juego en UFC 319, Hernandez podría ser el siguiente en fila si sigue así.
imagen: www.dailydemocrat.comPero no crean que fue perfecto. Hubo misses en la noche, como las scorecards confusas en la pelea de apertura entre Cody Brundage y Eric McConico –dos jueces le dieron el round dos a McConico a pesar de que Brundage lo controlaba, lo que deja a uno pensando en qué chingados ven estos jueces. Y Herb Dean, el referee, se llevó críticas por tardar en penalizar a Dolidze por agarrar la reja cuatro veces antes de quitarle un punto. En MMA, esas pendejadas pueden cambiar una pelea, y la raza en foros ya pedía consistencia. Aun así, el evento fue un hit general: finishes virales como el de Smith, que dejó a Kazama sin conocimiento con un slam que parecía de wrestling, o el knockout de Christian Leroy Duncan con un spinning back elbow a Eryk Anders. Steve Erceg rompió su racha perdedora con una decisión sobre Ode Osbourne, aunque no fue su mejor noche.
Hablando de reacciones, aunque no hay quotes directos de fighters en las fuentes, la comunidad MMA explotó. Imagínense: Dricus du Plessis, el campeón, quedó impresionado por Hernandez, y hasta Khamzat Chimaev podría estar pensando en él como futuro rival –"Khamzat vs Fluffy would feed families", decían en redes, con doble sentido porque feed significa alimentar, pero también dar de comer golpes. Los fans lo ven como un contendiente serio, y con su striking differential de 4.5 significant strikes por minuto y 63% de accuracy, más su grappling de élite, Fluffy no es broma. Dolidze, por su lado, cae en ranking, pero su poder sigue siendo una amenaza; quizás necesite ajustar su cardio para no desfallecer en rounds tardíos.
Esta victoria no es solo un win; es un statement en el mundo de las artes marciales mixtas 2025. Hernandez, con 31 años, ha evolucionado de un prospecto a un killer. Nació en California, entrenando en gyms locales, y su apodo "Fluffy" viene de su pelo largo y rizado –pero no se confundan, es todo menos suave en la jaula. Ha pasado por lesiones y cancelaciones, pero su resiliencia lo ha llevado a vencer a nombres como Brendan Allen y Michel Pereira. Ahora, con ocho al hilo, el UFC lo vuela a Chicago para ver Du Plessis vs Chimaev en UFC 319 –¿será el backup? ¿O el siguiente en pelear por el cinturón? En un división donde los underdogs como Du Plessis han sorprendido, Fluffy podría ser el siguiente upset king.
Miren, en MMA, las peleas como esta nos recuerdan por qué amamos este deporte: la unpredictabilidad, el corazón, y esa chinga que te deja sin aliento. Dolidze dio todo, pero Hernandez fue el mejor esa noche. Para los que apuestan, fue un hit para quienes fueron con el favorito; para los fans, un show que vale la pena revivir. Y hablando de revivir, el slam de Smith fue otro highlight –un powerbomb que dejó a Kazama tieso, sin lesiones graves, pero con un ego magullado. Joselyne Edwards también se lució, con su tercer finish seguido, empatando rachas en UFC.
Pero volvamos a la narrativa: imaginen a Hernandez post-pelea, sudado y sonriente, diciendo que vio el cuello de Dolidze y pensó "fuck you" –con rabia, pero controlada. Eso es MMA, carnales: instinto puro. Dolidze, por su parte, admitió que subestimó el grappling de Fluffy, y ahora debe reconstruir. En un año donde UFC 320 anuncia rematches como Ankalaev vs Pereira, y welterweights como Vanderford vs Brahimaj, el middleweight se pone caliente. Hernandez podría chocar con Borralho, o hasta con el ganador de Du Plessis-Chimaev. Khamzat, el boogeyman, favorea finishes, pero Fluffy le daría guerra.
En fin, esta pelea fue un hitazo en una cartelera con tres misses menores, pero que overall dejó contentos a los fans. Hernandez ahora es top contender, y el futuro pinta chido para él en las artes marciales mixtas.
Fuentes de consulta:
- LowKickMMA, "Anthony Hernandez Dominates And Chokes Out Roman Dolidze In Epic Finish - UFC Vegas 109 Highlights", https://www.lowkickmma.com/roman-dolidze-vs-anthony-hernandez-highlights/
- MMANews, "6 Hits And 3 Misses From UFC Vegas 109: Roman Dolidze vs. Anthony Hernandez", https://www.mmanews.com/news/ufc/6-hits-and-3-misses-from-ufc-vegas-109-roman-dolidze-vs-anthony-hernandez/
- MMAFighting, "UFC 320: Surging welterweights collide on Magomed Ankalaev vs. Alex Pereira 2 fight card", https://www.mmafighting.com/latest-news/397419/ufc-320-surging-welterweights-collide-on-magomed-ankalaev-vs-alex-pereira-2-fight-card (para contexto de futuras carteleras)
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