¡Se armó la machaca! Nate Díaz quiere regresar a la jaula y el "vato loco" ya le echó el ojo a unos gallos de pelea

 ¡Aguas, raza! El barrio de Stockton se anda alborotando porque Nate Díaz, ese vato que no le saca y siempre anda con la cara de pocos amigos, ya anda con ganas de volver a la UFC. Así como lo oyen, el mero-mero de la actitud 209 anda picudo y ya le anda echando el ojo a unos cuantos para armar un desmadre bueno en el octágono. ¡La neta, la neta, esto se va a poner rebueno!

Nete Diaz quiere regresar a la jaula de la UFC (imagen:browsed.org )

Mucha gente pensó que Nate ya andaba en la hielera, que su tiempo en las grandes ligas de las patadas y los trancazos ya había pasado. Pero, ¡naranjas! El Díaz es como el chile piquín, chiquito pero picoso, y siempre te sale con una sorpresa. Después de andar un rato turisteando por otros rumbos, como la boxeadita contra Jake Paul, el carnal ya le picó la cresta a la UFC y dijo: ¡Aquí estoy, cabrones, y vengo por lo mío!.

Este chismecito no es de a gratis, eh. El Nate es de esos que no andan con rodeos ni con medias tintas. Si dice que va a pelear, ¡va a pelear! Y si le echa el ojo a alguien, es porque de verdad se le antoja darle en la torre. Así que, cuando soltó la sopa de que quería regresar, el mundo de las artes marciales mixtas se puso de cabeza. ¡Imagínense no más el desmadre si este vato se vuelve a subir a la jaula!

El "vato" no se anda por las ramas: Conor McGregor, Holloway y Topuria en la mira

Ahora sí, viene lo mero bueno, lo que nos tiene a todos con la oreja parada y con el ojo pelón. Nate Díaz no es de los que andan calentando la banca, él quiere pleitos de a de veras, de esos que hacen que la gente se pare de sus asientos y grite como loca. Y para muestra, un botón: el güey ya soltó los nombres de los que quiere agarrar a trancazos. ¡Agarren aire!

Primero que nada, y como era de esperarse, el nombre que salió de la boca de Nate fue el de Conor McGregor. ¡Órale! ¿Quién no se acuerda de esas dos peleas que nos tuvieron al filo del sillón? Fue una carnicería de las buenas, donde se dieron hasta con la cubeta. Y aunque ya llovió desde la última vez que se vieron las caras, la lumbre entre estos dos no se apaga. Parece que Nate se quedó con esa espinita y quiere volver a verle la cara al irlandés para ver quién es el macho alfa de una vez por todas. La neta, la neta, esa pelea vendería como pan caliente, ¡se armaría la fiesta grande!

Pero Nate no es de los que se clavan con un solo objetivo. El vato es ambicioso y le gusta el reto. Por eso, también le echó el ojo a Max Holloway, el mero-mero de Hawái. Este vato es un libra por libra de a de veras, un peleador que no se raja y que siempre da un espectáculo. Imaginarse a Nate y a Max dándose con todo en la jaula es como ver dos trenes chocando, ¡una locura! Sería una pelea de infarto, donde ambos dejarían el alma en el octágono. Nate sabe que Holloway es un pez gordo y que ganarle le daría un empuje de aquellos.

Y para rematar, el último nombre en la lista de deseos de Nate es el de Ilia Topuria. ¡Ah, caray! Este vato es el coco de muchos, el matador español que viene con todo y que no le tiene miedo a nada. Topuria ha demostrado ser un fenómeno en el octágono, un peleador con un punch de miedo y una técnica que te deja con la boca abierta. Enfrentar a Topuria sería una prueba de fuego para Nate, un verdadero examen para ver si todavía tiene lo que se necesita para estar en la cima. Sería una pelea donde las chispas volarían por todos lados, y donde nadie se atrevería a pestañear.

                      Nate Diaz (imagen: www.bjpenn.com)

¿Por qué Nate quiere regresar a la jaula? ¡Aquí te echamos la sopa!

La neta, la neta, la pregunta del millón es: ¿por qué este vato loco quiere volver al ring de las patadas y los trancazos? Muchos dirían que por la lana, y pues sí, no podemos negar que los billetotes son un buen gancho. Pero la cosa con Nate es más allá de eso, este güey tiene la fibra de un peleador de verdad, de esos que nacieron para estar en la jaula.

Primero que nada, el Díaz tiene esa sangre caliente que lo hace querer seguir demostrando de qué está hecho. No le gusta que lo den por muerto ni que lo bajen de la lista de los mejores. Él sabe que todavía tiene gas en el tanque y que puede darle una sorpresa a muchos. Es como el perro viejo que todavía puede morder y que no le teme a ningún cachorro.

Además, el ambiente de las peleas, la adrenalina, el rugido de la gente, todo eso es algo que le corre por las venas. Después de un tiempo fuera, es normal que un peleador de su calibre sienta esa comezón por volver a sentir el calor del octágono. Es como el adicto que no puede dejar su vicio, solo que el vicio de Nate es darse en la torre de manera legal.

Y no podemos olvidar el legado. Nate Díaz es un peleador que ha dejado una huella en la UFC, un icono para muchos. Y regresar para tener una o dos peleas más contra nombres importantes, le daría la oportunidad de cerrar con broche de oro su carrera, o de plano, de escribir un nuevo capítulo en su historia. Es como el mariachi que se despide con una serenata inolvidable.

La "actitud 209": Un sello inigualable

Para los que no están muy enterados del mundo de Nate Díaz, es importante hablar de la famosa actitud 209. Este es el código postal de Stockton, California, el barrio de donde son Nate y su carnal Nick Díaz. Y la neta, la neta, es más que un simple número, es una forma de vida, una filosofía que se refleja en su manera de pelear y de ser.

La actitud 209 es no rajarse, no doblarse ante nadie, siempre ir para adelante y no dejar que nadie te pase por encima. Es pelear con el corazón en la mano, con agallas y con esa mala leche que hace que el rival le piense dos veces antes de meterse con ellos. Es no tenerle miedo a nada ni a nadie, y siempre salir a darlo todo, sin importar el resultado.

Por eso, cuando ves a Nate en la jaula, no esperes ver un peleador que se anda con jueguitos o que se anda midiendo. Él sale a fajarse, a intercambiar golpes, a soltar putazos sin parar. Y esa es la razón por la que la gente lo quiere tanto, porque es auténtico, porque no se anda con mamadas y porque siempre da un espectáculo. Es como el charro que se rifa el pellejo en el ruedo.

¿Qué sigue para Nate? ¡El chismecito está bueno!

Ahora la pregunta del millón es: ¿se va a armar la pelea o no? La neta, la neta, el mundo de la UFC es una caja de sorpresas y nunca se sabe qué va a pasar. Pero una cosa es segura, la semilla ya está plantada y la gente ya está picada con la idea de ver a Nate Díaz de regreso.

Dana White, el mero-mero de la UFC, es un maestro para hacer que las cosas pasen. Y si ve que hay billete y que la gente lo está pidiendo a gritos, seguro que hará lo posible para que Nate se suba de nuevo a la jaula. Ya sea contra McGregor, Holloway o Topuria, la verdad es que cualquiera de esas peleas sería un manjar para los amantes de las artes marciales mixtas.

Así que, estén atentos y no le quiten el ojo de encima a las noticias, porque en cualquier momento puede saltar la liebre y confirmarse el regreso de Nate Díaz. Mientras tanto, nosotros seguiremos echando chismecito y esperando con ansias el día en que este vato loco vuelva a pisar el octágono para darnos otra "muestra" de su actitud 209. ¡La neta, la neta, esto se va a poner rebueno y el reventón está garantizado!

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