Makhachev vs Topuria: La Pelea que nos Va a Poner a Gritar "¡Órale, carnal!"

 No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, y parece que por fin se va a armar la buena entre Islam Makhachev y el compita Ilia Topuria. Desde hace rato, la raza de las MMA anda con el chisme calientito, y la neta no es para menos: estamos hablando de dos toros de lidia que nomás de verlos ya se siente que va a ser un agarrón de aquellos que hacen historia.

Makhachev vs Topuria (foto: www.marca.com)

Todo comenzó cuando Ilia Topuria, que viene subiendo como espuma en la UFC, no solo le echó ojo al cinturón de Makhachev, sino que además empezó a tirar indirectas bien directas, como buen mexa enojado. Que si le puede ganar, que si lo va a hacer ver su suerte... ya sabes, pura calentura de barrio.

La noticia bomba cayó cuando se insinuó que Makhachev y Topuria se van a ver las caras en Las Vegas el 28 de junio, y no en cualquier evento, sino en uno de esos donde hasta la reventa está más cara que una quincena completa. Así como lo anunció el mismísimo patrón de la UFC, Dana White, echando sonrisitas y como quien dice: "aquí hay tiro, señores".

Pero no crean que fue así nomás de cuates. Topuria tuvo que andar chingue y chingue para que le dieran chance, porque Islam, siendo honestos, andaba más preocupado por otros tiros, buscando consolidarse en su división de peso ligero, donde ya se siente rey.

Por su lado, Ilia trae la pila bien puesta. Viene de ganarle al gran Alexander Volkanovski, una de esas victorias que no solo te suben el ego, sino que te ponen en el mapa como alguien de cuidado. Topuria, apodado "La Leyenda", quiere ser campeón en dos divisiones, y para eso tiene que pasarle por encima a Islam, que no es cualquier bulto. El morro está afilado, sí, pero el Islam no se anda con mamadas. El ruso ha defendido su cinturón como perro de pelea, fajado y sin rajarse, frente a lo mejorcito de la jaula.

El plan para el 28 de junio es que Makhachev defienda su trono de peso ligero, mientras que Topuria sube de pluma con toda la adrenalina de su última victoria. Muchos pensaban que Ilia iba a defender su cinturón contra Volkanovski en una revancha sabrosa, pero nada, el vato quiere hacer historia, brincar de categoría y dejar su nombre en letras de oro.

Y no es que Ilia esté buscando un cheque fácil, ni mucho menos. Está consciente que enfrentarse a Islam es como meterse al ruedo con un toro bravo, sin capote ni madre que te salve. Islam tiene una lucha de piso que asusta hasta al más valiente y una pegada que si te agarra bien puesto, te manda a dormir sin cenar.

Ahora, si nos ponemos de malpensados, podríamos decir que el movimiento le conviene a la UFC. Hay mucho billete en juego, y saben que una pelea entre dos campeones de diferentes divisiones siempre jala más raza que una caguama en viernes. Además, el nombre de Ilia anda sonando fuerte, y su estilo de pelea, aguerrido y sin miedo, es justo lo que el público quiere ver. Nada de andar bailando como mariposa, aquí venimos a ver trancazos de verdad.

Dana White, como buen coyote viejo, le echó más leña al fuego diciendo que esta pelea puede ser histórica, que estos dos guerreros van a dejarlo todo en el octágono. Y pues sí, al fin y al cabo, Dana no da paso sin huarache.

Dana White (foto: es.agfight.com)

Mientras tanto, la banda ya anda haciendo apuestas. Hay quienes dicen que Islam va a humillar a Topuria, bajándolo de su nube de una buena vez. Otros, más soñadores, creen que Ilia puede sorprender al ruso y hacer lo que pocos han hecho: tumbar a un campeón dominante en su mero prime.

Si algo tiene Islam, además de sus habilidades bestiales, es que tiene la cabeza bien fría. No es de esos que se calientan con palabras ni provocaciones. Lo suyo es hablar con los puños y el piso. En cambio, Ilia es todo pasión, todo corazón, y eso puede ser una espada de doble filo. El hambre y la emoción pueden llevarlo a cometer errores, pero también a sacar golpes de esos que no ves venir ni aunque te pongas lentes.

Ahora, el rollo del peso no es cualquier cosita. Islam está bien acostumbrado al corte de peso para llegar al límite del ligero, y Topuria, aunque ha sido dominante en pluma, tendrá que demostrar que su poder y su aguante también se trasladan al nuevo peso. Porque una cosa es pegarle a un peso pluma y otra muy distinta es pararte frente a un toro de 155 libras que te quiere arrancar la cabeza.

Los entrenadores ya andan en friega, ajustando estrategias. Islam, seguramente, buscará llevar la pelea al piso, cansar a Topuria y terminarlo con su ya conocida presión abrumadora. Topuria, por su parte, tendrá que sacar su mejor boxeo y moverse como bailarina de ballet si quiere evitar ser arrastrado como costal de papas.

Y como dicen por ahí, en la guerra y en el amor todo se vale. Así que no nos sorprenda que ambos saquen alguna sorpresita bajo la manga: algún codazo volador, alguna sumisión relámpago o hasta una guerra de pie que termine con uno de los dos cayendo como tabla.

De aquí a junio, el chisme va a estar bueno. Las conferencias de prensa, las miraditas de odio, las palabras altisonantes y todo el circo que acompaña a una pelea grande. Porque si algo sabe hacer la UFC, es vendernos humo y luego prenderle fuego para que arda bonito.

Al final del día, pase lo que pase, la raza quiere sangre (en el buen sentido), quiere guerra, quiere ver a dos campeones sin miedo cruzar golpes hasta que uno caiga. Porque en este deporte, o comes o te comen, y aquí no hay lugar para los tibios.

Así que ya está todo puesto, mi gente. Makhachev contra Topuria, en Las Vegas, en verano, con todo el morbo y la pasión que se puede pedir. ¿Quién va a salir caminando y quién va a salir en camilla? Nadie lo sabe, pero de que va a estar cabrón, va a estar cabrón.

Así que vayan ahorrando para el PPV o vayan haciendo espacio en el sofá, porque esta madre no nos la vamos a perder ni aunque se nos caiga el internet. Y como dicen los sabios de barrio: "Pa’ los chingadazos hay que ser hombre, pa' aguantarlos también".

¡Órale, carnal! ¡Que viva el pinche MMA!


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