Mira, te voy a contar la neta del planeta sobre un peleador que está rompiéndola macizo en la UFC: Ilia Topuria. Este cuate no solo trae con queso las enchiladas, sino que está poniendo el nombre de España y Georgia hasta en la cima del octágono. El bato se metió a las grandes ligas con la misma actitud con la que un chavo banda se sube al camión a cantar con todo el corazón: sin miedo y con puro fuego en la mirada.
Dicen que los peleadores se hacen, no nacen. Pero la historia de Ilia es un mix bien sabroso entre talento nato, sangre caliente, y entrenamiento perro. Y como buen guerrero de barrio, no se achica ante nadie, ni siquiera ante el mero mero del peso ligero, Islam Makhachev, a quien muchos ya andan candidateando como su próximo tiro. Y agárrate, porque esto se va a poner bueno.
De Georgia a España, y de ahí al mundo
Nacido en Alemania, criado en Georgia y España, Ilia tiene un currículum internacional que ya muchos quisieran tener. Pero no creas que fue todo glamour ni que nació en cuna de oro. El morro creció entre calles y gimnasios, entre gritos de esquina y sudor de tatami. Desde morrito ya se le notaba la garra, el hambre de sobresalir, y no por farolear, sino por sacar a su familia adelante.
Su estilo es una mezcla fina de boxeo con jiu-jitsu, pero con ese sabor callejero de alguien que sabe lo que es ganarse el pan a trancazos. Y no estoy hablando figuradamente: Topuria es un carnal que cuando se sube al octágono, parece que lo hace con los problemas del mundo a cuestas. Pega como si debiera la renta y el rival fuera el casero.
Invicto, y con hambre de más
Hasta el día de hoy (2 de mayo de 2025), Ilia Topuria sigue invicto en la UFC, y eso no es cualquier cosa. En un mundo donde los madrazos llueven de todos lados y un descuido te manda al hospital, mantenerse limpio de derrotas es señal de que el vato no solo tiene manos, sino cabeza.
Y no es solo que gane, es cómo lo hace: con estilo, con elegancia brutal, como si fuera un toro en una cristalería, pero con conciencia de bailarín de ballet. En sus últimas peleas ha dejado claro que no le tiemblan los guantes, y que puede tumbar a cualquiera que le pongan enfrente, desde peleadores técnicos hasta esos que nada más van a aguantar golpes.
¿Islam Makhachev? “Lo mata arriba”
Esto no lo digo yo nomás por echarle crema a los tacos. Lo dijo su propio entrenador de boxeo, y lo repitieron medios como ABC y MSN. Según el coach, si Ilia se enfrenta con Makhachev y se da un tiro limpio, "lo mata arriba", así, sin rodeos. Para que entiendas, “matarlo arriba” en el argot boxístico significa que en el intercambio de puños, Topuria lo hace pomada.
Y es que el estilo de Islam es más de grappling, de llevar al suelo, de dominar con control y paciencia. Pero Ilia, compa… Ilia te suelta un volado y te manda a soñar con los angelitos. El coach no anda vendiendo humo, sabe que Topuria tiene ese toque de dinamita que no se entrena, que se trae de nacimiento.
Ahora, claro, el tiro no está confirmado aún, pero todos lo están esperando como cuando en la cuadra se arma la reta entre los dos mejores del barrio. Si se arma, va a ser de esos combates que hacen historia.
España lo aclama, Georgia lo respeta
Aunque la bandera española es la que más ondea en sus peleas, Ilia no olvida sus raíces georgianas. El tipo representa una combinación de culturas que se refleja hasta en su forma de pelear: agresivo como caucásico, técnico como europeo occidental, y con corazón latino que le brota por los poros.
En España, ya muchos lo están viendo como el ídolo deportivo del momento. No es para menos. En un país que siempre fue más de fútbol que de MMA, ver a un chaval rompiéndola en la UFC ha despertado pasiones dormidas. Ya lo andan comparando con grandes atletas, y los niños quieren ser como él, no por presumido, sino por ejemplo.
Confirmado: nuevo rival a la vista
Según el portal Estadio Deportivo, ya se confirmó nuevo rival para Ilia, aunque no se ha soltado el nombre oficialmente en todos lados. Pero lo que sí se sabe es que el combate está programado para mitad de 2025, y que será clave para definir si Topuria puede aspirar al cinturón del peso pluma, o de plano ya va por otras ligas.
Las apuestas ya están corriendo y muchos lo dan como favorito. Pero también hay quien dice que se le viene la prueba de fuego. Y es que a estos niveles, un mal día puede ser la diferencia entre la gloria y el olvido.
¿Por qué todo el mundo habla de Ilia?
No es nomás por el puro hype. Ilia tiene todo para ser estrella mundial: es carismático, sabe hablar frente a cámara, y tiene esa presencia de “este vato no está jugando”. Aparte, no le tiembla la voz cuando le preguntan por los grandes nombres. Le han preguntado por Makhachev, por Volkanovski, por Holloway… y siempre responde sin miedo, como buen gallo que no se raja.
Además, su presencia en redes sociales ha crecido como espuma. No anda haciendo payasadas, pero cuando habla, se le escucha. Y cuando pelea, lo ven millones. Tiene ese “no sé qué” que lo hace especial.
Un peleador para esta época
Lo más cañón de Ilia Topuria no es solo que gana, sino que conecta con la raza. No es el típico deportista inalcanzable, sino uno que parece que podrías encontrarte en el parque echando unas patadas, pero que al mismo tiempo, sabes que si lo ves en el octágono, va a hacer pedazos al que tenga enfrente.
Representa a toda una generación que ya no quiere ídolos de cartón, sino verdaderos guerreros. Y eso, querido lector, es lo que hace a Ilia diferente: no solo es bueno, es real.
Lo que viene
Para Ilia Topuria, el camino apenas comienza. Tiene 27 años, está en su mero punto, y si todo sale bien, podríamos estar viendo al próximo campeón mundial con sangre española. Lo que es seguro es que este compa no se va a conformar con ser uno más. Quiere hacer historia. Y nosotros vamos a estar ahí, con las chelas listas, viendo cómo se sube al trono de los grandes.
¿Y tú, ya lo sigues?
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