Si alguien hubiera dicho hace unos años que Conor McGregor, el peleador más polémico de la UFC, acabaría soñando con la presidencia de Irlanda, le habrían soltado un "¡Ya siéntese, señor!". Pero aquí estamos. El irlandés que se hizo famoso por sus madrazos en la jaula, sus bravuconadas y su amor por el whisky, ahora quiere cambiar los guantes por un traje presidencial.
Parece una locura, pero si Donald Trump lo logró en Estados Unidos, ¿por qué el buen McGregor no podría armarla en Irlanda? Aquí te contamos cómo pasó de arreglar tuberías a romper hocicos en la UFC y ahora a querer gobernar su país.
Un fontanero con sueños de grandeza
Antes de ser "The Notorious", Conor era un chavo banda de Dublín que se rifaba como fontanero. Mientras otros soñaban con ser futbolistas o músicos, él quería partirse la cara en un octágono y hacerse de billetes. Y vaya que lo logró.
McGregor dejó la chamba en las tuberías para meterse de lleno en el MMA. Su estilo agresivo y su labia de vendedor de carros usados lo hicieron una estrella en corto. En 2013, llegó a la UFC y desde ahí no hubo vuelta atrás: peleas épicas, KO’s espectaculares y un ego más grande que su cuenta bancaria.
Pero claro, con la fama vinieron los escándalos. Entre peleas callejeras, arrestos y broncas con la ley, el irlandés se convirtió en el típico amigo que siempre la riega en la peda. Aun así, nadie puede negar que McGregor es un chingón en lo que hace.
De la UFC a la política: ¿neta sí quiere ser presidente?
McGregor lleva años jugando con la idea de meterse en política. Lo mismo ha opinado sobre inmigración, economía y hasta sobre el fútbol irlandés. Pero lo que de verdad prendió la mecha fue su famoso tuit con la frase "Make Ireland Great Again", echando claramente una indirecta al estilo Trump.
Desde entonces, ha lanzado más mensajes que cualquier político en campaña. Dice que quiere una Irlanda fuerte, segura y con oportunidades para todos. Y aunque algunos lo ven como un chiste, la neta es que ya lo han tomado en serio.
Pero, ¿realmente tiene posibilidades? Según los expertos, McGregor la tiene más difícil que un aficionado queriendo ganarle un round a él. No tiene experiencia política, su historial es más turbio que un callejón en la madrugada y sus ideas, aunque pegajosas, no tienen mucha base.
¿El Trump irlandés o solo un show más?
Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. McGregor tiene un estilo muy parecido al de Trump: directo, sin filtros y con un séquito de seguidores que lo ven como el mesías del pueblo. Lo malo es que también tiene un historial lleno de escándalos y enemigos por todos lados.
Los políticos tradicionales lo ven como una amenaza, la prensa no sabe si reírse o preocuparse, y el pueblo... bueno, el pueblo está dividido. Algunos lo aman por su actitud rebelde y porque representa el sueño de salir de la nada y volverse millonario. Otros lo ven como un payaso sin preparación que haría más desmadre que otra cosa en el gobierno.
Pero, si algo nos ha enseñado la política mundial en los últimos años, es que nunca hay que subestimar a un candidato polémico.
¿Qué pasaría si McGregor realmente llegara a la presidencia?
Vamos a jugar al "qué pasaría si"…
1. El gobierno más ruidoso de la historia: Olvídate de discursos aburridos, McGregor armaría conferencias de prensa con más acción que una pelea en Las Vegas.
2. Política exterior a madrazos: Si algún líder mundial se pasa de lanza, el buen Conor lo retaría a un duelo en el octágono. Imagínate a Putin o Biden tratando de aguantarle un round.
3. Irlanda, el nuevo epicentro de la UFC: Con McGregor al mando, la UFC se volvería deporte nacional. Los diputados tendrían que pelear por sus propuestas… literalmente.
4. Un país con más whisky que agua: Su marca Proper Twelve pasaría a ser la bebida oficial del país. Olvídate del agua embotellada, en Irlanda se brindaría con whisky hasta en las juntas de gabinete.
5. Política de "todo se vale": Si algo caracteriza a McGregor es que hace lo que le da la gana. Un gobierno suyo probablemente funcionaría igual… para bien o para mal.
¿Entonces es posible que McGregor sea presidente?
La verdad, lo tiene muy complicado. Ser famoso y millonario no es suficiente para llegar al poder (aunque ya hemos visto casos raros).
Para empezar, tendría que formar un partido, conseguir apoyo real y, sobre todo, aprender a jugar el juego de la política sin meterle patadas voladoras. Sus escándalos y su falta de experiencia juegan en su contra, pero su carisma y popularidad podrían llevarlo más lejos de lo que muchos piensan.
Al final del día, McGregor sigue siendo un showman. Y aunque suene absurdo verlo en la política, ya hemos visto cosas más raras pasar en el mundo. Así que quién sabe… quizás en unos años estemos viendo su toma de protesta con un traje caro y su típica sonrisa de “voy a hacer lo que se me dé la gana”.
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