Si hay alguien que sabe cómo hacer dinero en los deportes de combate, ese es Dana White. Este compadre convirtió la UFC en una máquina de billetes y, aunque muchos lo odian, nadie puede negar que sabe cómo mover los hilos del negocio. El problema es que ahora quiere meterse al boxeo, y eso tiene a más de un promotor temblando de coraje.
White, que ha pasado años diciendo que el boxeo es un desmadre sin control, ahora quiere "arreglarlo". ¿Cómo? Pues armando su propia liga de boxeo con reglas más claras, pagos más justos y un sistema parecido al de la UFC. En teoría suena bonito, pero no todos están convencidos. De hecho, Eddie Hearn y otros promotores del boxeo ya le están tirando con todo, diciendo que el boxeo no necesita un dictador al estilo UFC.
Pero a ver, ¿realmente Dana White puede cambiar el boxeo o nomás anda vendiendo humo? Vamos a desmenuzar el chisme.
De las artes marciales mixtas al boxeo: ¿Se viene una revolución o un desastre?
Dana White no es nuevo en esto de querer meterse al boxeo. Desde hace años ha coqueteado con la idea, y hasta armó aquella famosa pelea entre Conor McGregor y Floyd Mayweather en 2017, donde todos sabíamos que Conor iba a perder, pero igual pagamos por ver el show.
Ahora, con el respaldo de inversionistas pesados como Turki Al-Sheikh, White quiere lanzar una liga de boxeo que funcione más como la UFC y menos como el desastre que es el boxeo profesional actualmente.
¿Qué significa eso?
✅ Un solo organismo controlando todo (adiós a los múltiples cinturones que nadie entiende).
✅ Peleas más parejas y sin tanto choro de negociaciones eternas.
✅ Pagos más estructurados para los peleadores, sin esas bolsas absurdas que se llevan unos cuantos.
Básicamente, White quiere ponerle orden al boxeo, como lo hizo con las MMA. Pero aquí hay un problemita: el boxeo es un negocio que lleva más de un siglo funcionando a su manera, y muchos no están listos para que llegue un "forastero" a cambiar las reglas.
Eddie Hearn y la vieja escuela del boxeo no están contentos
Uno de los primeros en levantar la mano y decir "esto es una mala idea" fue Eddie Hearn, el promotor británico que maneja a boxeadores de alto nivel como Anthony Joshua.
Hearn básicamente le dijo a Dana White: "No necesitamos que nos digas cómo hacer las cosas", argumentando que el boxeo tiene historia, prestigio y que no se puede manejar como la UFC, donde White tiene el control absoluto y los peleadores solo se llevan una parte del pastel.
Y aquí viene la bronca principal: en el boxeo, los peleadores estrella pueden ganar cientos de millones, mientras que en la UFC, Dana White es el que se queda con la mayor tajada y reparte el resto entre los peleadores.
Hearn, y otros promotores, piensan que White solo quiere entrar al boxeo para hacer lo mismo: controlar todo y quedarse con la mayor parte del dinero.
Pero si algo hemos aprendido de Dana White es que cuando quiere hacer algo, lo hace con o sin permiso.
¿Qué tan viable es su idea? ¿Le va a salir o es puro humo?
Aquí es donde la cosa se pone interesante. Porque aunque Dana White tenga dinero y poder, el boxeo no es la UFC y los boxeadores no son peleadores de MMA.
El problema de la UFC siempre ha sido que los peleadores ganan relativamente poco comparado con los boxeadores de élite. Mientras que en la UFC puedes ser campeón y ganar unos cuantos millones, en el boxeo puedes ganar cien veces más con una sola pelea grande.
Ahora, si White quiere meter su estilo al boxeo, tendrá que convencer a los peleadores de que su liga es el camino correcto. Y eso está complicado, porque:
❌ A los boxeadores les gusta ganar millones sin que un solo jefe les dicte qué hacer.
❌ Los promotores tradicionales no van a soltar el control tan fácil.
❌ Si los grandes nombres del boxeo no entran, su liga será un torneo de puros desconocidos.
Por otro lado, hay cosas en las que Dana White sí podría mejorar el boxeo:
✔️ Hacer que los mejores peleadores se enfrenten sin tantas excusas.
✔️ Eliminar las peleas aburridas y asegurar más espectáculo.
✔️ Darle oportunidades a más talentos jóvenes, en lugar de depender solo de los boxeadores más famosos.
Así que la pregunta sigue en el aire: ¿Dana White puede realmente cambiar el boxeo, o va a terminar dándose de topes con la pared?
El impacto en la UFC y los deportes de combate
Si Dana White logra hacer que su liga de boxeo despegue, no solo va a cambiar ese deporte, sino que también va a sacudir la UFC.
Porque si el boxeo se vuelve más atractivo y con mejores sueldos, ¿qué va a pasar con los peleadores de la UFC?
Muchos peleadores de MMA ya han dicho que prefieren pasarse al boxeo porque se gana más dinero y hay menos castigo físico. Si Dana White logra que su liga de boxeo pague bien, ¿no se le van a ir los mejores talentos de la UFC para allá?
Otro punto clave es cómo esto afectará a otros promotores de boxeo. Si White logra hacer que su liga funcione y los fanáticos la apoyan, los viejos promotores van a tener que ponerse las pilas y mejorar su producto.
En pocas palabras, Dana White está jugando una apuesta grande. Si le sale bien, puede revolucionar el boxeo como lo hizo con la UFC. Si le sale mal, va a quedar como otro millonario que quiso cambiar un deporte y terminó fracasando.
¿Dana White va a cambiar el boxeo o nomás vino a hacer ruido?
Dana White no es un tipo que se quede quieto. Ya dominó las MMA, ya convirtió la UFC en un imperio, y ahora quiere meter las manos en el boxeo.
Su idea de hacer una liga más organizada tiene sentido en papel, pero en la práctica, el boxeo no es un deporte que puedas controlar fácilmente. Aquí hay demasiados intereses, demasiado dinero y mucha gente que no está dispuesta a ceder poder tan fácil.
Si logra su objetivo, podría ser el mayor cambio en la historia del boxeo. Pero si fracasa, será otro recordatorio de que el boxeo tiene sus propias reglas y no cualquiera puede venir a imponer las suyas.
Lo que es seguro es que, con White en el juego, el boxeo nunca volverá a ser el mismo.
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