¡De la Gloria al Hospital! La Noche que Jack Jenkins se Partió la Madre (y el Cuello) en UFC 312

 Sydney, Australia – Si creías que perder una pelea de UFC con un estrangulamiento era lo peor que podía pasar, espera a escuchar el desmadre que vivió Jack Jenkins, el peleador australiano que terminó el fin de semana más torcido que un perro en patineta. Aquí te contamos cómo este compa pasó de casi noquear a su rival a terminar hospitalizado con una lesión en el pescuezo.

Round 1: Éxito, Patadas y... ¿Una Fractura Fantasma?


La cosa empezó bien para Jenkins, como esos tacos que huelen chido pero luego te caen como bomba. En el primer asalto, el australiano le soltó una patada que mandó al brasileño Gabriel Santos a bailar como si estuviera en el Carnaval de Río. "¡Ese compa ya está acabado!", pensaron todos. Pero ahí no acabó el show.


Resulta que, según su esquina, al final de ese round, Jenkins les avisó que sentía el brazo izquierdo más entumido que una abuela en invierno y que no podría ni levantar una chela. ¿La razón? Una fractura en el cartílago tiroideo (esa cosita que tienes en la garganta y que ni sabías que existía). Los médicos creen que ahí empezó el pedo.




Round 3: El Estrangulamiento que le desmadró la garganta.


Santos, como buen brasileño, no se rajó. En el tercer round, agarró a Jenkins con un rear-naked choke tan ajustado que hasta le sacó un "¡Ay no mames!" al espíritu de la pelea. El australiano se rindió, pero el verdadero problema vino después.


Primero, lo llevaron al hospital de rutina, como cuando te checan después de una peda fuerte. Le dieron el "ya vete" rápido, pero al rato volvió, porque se le había escapado el aire del cuello al pecho. ¡Sí, como si fuera un globo pinchado!. Resulta que el cartílago tiroideo estaba fracturado, una lesión tan rara en MMA que ni el Canelo Álvarez la tiene en su catálogo de excusas.


El compa pasó el fin de semana en cuidados intensivos, viendo el techo y pensando: "¿En qué momento se desmadró todo?". Hasta el lunes lo soltaron, pero con cara de "no mames, ¿y ahora qué...?".



¿Fue el Estrangulamiento o un Golpe Tramposo?


Aquí viene el chisme bueno. El equipo de Jenkins dice que la lesión no fue por el estrangulamiento final, sino por un golpecito tramposo en el primer round. O sea, el brasileño le habría dado un "toquecito" en la garganta, como cuando te empujan en el Metro y juran que fue "sin querer".


Pero los médicos no se ponen de acuerdo. Algunos dicen que fue el estrangulamiento lo que terminó de partirle el cuello, como si fuera una piñata en posada. Sea como sea, Jenkins se ganó el título de "El Inmortal" por aguantar dos rounds más sin quejarse. ¡Hasta el Chapulín Colorado le aplaude!



El Récord que se le Desinfló


Con esta derrota, Jenkins quedó 3-2 en la UFC y 13-4 en total. O sea, le faltó un round para ser el héroe local y terminó como el cuate que se tropieza al subir al ring. Eso sí, el australiano no es ningún pendejo: antes de esta pelea, venía de noquear a Herbert Burns, un veterano que no cualquiera tumba.


Pero ahora, la pregunta es: ¿cuándo volverá? Con una lesión así, seguro necesitará más tiempo que un borracho para recuperarse. Los expertos dicen que mínimo unos meses, porque el cartílago tiroideo no es como un celular que se reinicia con un chingadazo.



¿Y la UFC? Ahí la Dejan...


Mientras Jenkins se recupera, la UFC sigue como si nada. En el mismo evento, Dricus du Plessis retuvo su título contra Sean Strickland, y Weili Zhang le partió su mandarina a Tatiana Suárez. Pero a los fans les quedó claro que el verdadero drama estuvo en las preliminares, donde un tipo casi pierde el cuello por dar un espectáculo.


Y así es el MMA, compadre: un día estás en la cima, y al siguiente te despiertas en un hospital preguntándote si valió la pena. Pero como dice el dicho: "El que no arriesga, no gana... ni se fractura el cartílago tiroideo".



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