Nomás empieza a sonar el nombre de Sean O’Malley y ya se arma el mitote. Es el tipo de peleador que amas o que odias, pero nunca te deja en neutro. Y ahora que se va a topar otra vez con Merab Dvalishvili, en una de esas revanchas que ya huelen a pólvora, la raza está vuelta loca. Porque esta no es cualquier pelea: es una pinche guerra por el campeonato gallo que se va a poner de aquellas.
Todo va a suceder en el evento UFC 316, programado para el 7 de junio de 2025, y si no se te enchina la piel nomás de pensarlo, capaz que ni te gusta la UFC, mano. Esta madre no es show, es de verdad. Es la revancha que muchos pidieron a gritos, y que ahora sí se va a poner de película.
Pero para entender bien el drama que hay detrás de esta batalla, hay que regresar tantito en el tiempo. Sean O’Malley, ese morro flaco, tatuado hasta las pestañas, con un flow más extravagante que el de un reguetonero, es el campeón actual del peso gallo. El vato tiene manos rápidas, una técnica pulida, y sobre todo, una labia que no se le acaba. Lo aman en Estados Unidos, lo ven como el próximo gran ícono del octágono. Pero… hay banda que ya lo trae entre ceja y ceja, y uno de esos es el mismísimo Merab Dvalishvili.
Merab, por otro lado, es otra historia. El güey no es showman, no anda con pelos pintados ni frases pegajosas. Este compa es trabajo duro, presión, lucha y una resistencia que hace que hasta los cardio killers se queden sin aire. Lo conocen como “The Machine” y no es por mamón. Literal, el tipo parece que no se cansa nunca. Se te trepa, te tumba y no te suelta. Es como una cobija mojada encima. Aburrido para algunos, pero letal como pocos.
La bronca entre estos dos empezó cuando O’Malley se coronó y Merab no tardó ni dos días en tirarle indirectas. Que si no era digno, que si el cinturón lo tenía prestado, que si no lo había defendido contra los de adeveras. Y mientras Dana White veía billetes volando, los fans ya estaban armando sus dream cards.
Ahora, Dana, que no es tonto ni nada, soltó la bomba: “La revancha va el 7 de junio en UFC 316”. Y así nomás, el evento se convirtió en uno de los más esperados del año. Pero no va a ser solo por el cinturón. Aquí hay orgullo, historia, estilos opuestos y hasta un poquito de venganza.
Sean O’Malley quiere callar bocas y demostrar que su cinturón no es de plástico. Que sí le puede ganar a los grapplers, que su striking basta y sobra para mantener a raya al luchador más intenso del peso gallo. El vato sabe que si pasa esta prueba, se afianza como estrella y como campeón legítimo. Pero no va a estar fácil.
Merab Dvalishvili, que viene enrachado con varias victorias, ya dijo que esta es su oportunidad de oro. El tipo se siente más mexicano que muchos y lo ha dicho sin pena. Desde que entrenó aquí, se encariñó con la banda, con el cotorreo, con los tacos y hasta con las canciones de banda. Dice que pelear con el apoyo del público latino es su motivación, y que va a dejar el alma en el octágono.
Y ahora sí, lo que muchos quieren saber: ¿cómo se perfila la pelea?
Pues mira, si lo vemos fríamente, Sean tiene la ventaja de alcance, velocidad y precisión. Es letal a la distancia, tiene un jab bien educado y patadas que llegan desde Narnia. Pero Merab no le va a dar espacio. Su plan es claro: presión constante, derribos, y si se puede, llevarlo hasta el cuarto o quinto round donde las piernas de Sean ya no respondan igual.
En la pelea anterior (fuera de UFC), muchos dicen que O’Malley ganó por puntos y estrategia, pero que Merab nunca dejó de presionar. Esta vez, con el título en juego, se espera que ambos salgan con todo. O’Malley a noquear y Merab a desgastar. La pregunta es quién puede imponer su estilo primero.
Lo interesante es que ambos llegan sanos, con buenos campamentos, y con motivaciones muy distintas. O’Malley quiere fama, legado y billete. Merab quiere respeto, venganza y, cómo no, el cinturón que le han negado por tanto tiempo.
Y si le agregamos que UFC 316 tiene otras peleas de campeonato en la cartelera, esto ya se volvió un evento tipo WrestleMania, pero con madrazos de verdad. Va a estar cargado de acción, y esta pelea, sin duda, será la cereza en el pastel.
La afición mexicana está prendidísima. Y no es para menos. Aunque Merab no sea mexicano de nacimiento, se ha ganado el corazón del público por su entrega, humildad y ese rollo de sentirse parte de esta tierra. La raza lo va a apoyar fuerte. Pero también hay banda que se rifa con el O’Malley, porque el vato es carismático, tiene su encanto, y representa el nuevo rostro del UFC: desmadroso, polémico y talentoso.
Así que ya sabes, si andas pensando qué hacer el 7 de junio, aparta la fecha, prende el asador, destapa unas chelas y prepárate para ver una guerra de verdad. Porque Merab Dvalishvili y Sean O’Malley no vienen a abrazarse ni a bailar. Vienen a definir quién es el mero mero del peso gallo.
Y pase lo que pase, va a ser una pelea para la historia. De esas que después ves repetidas en YouTube con nostalgia y emoción. Porque cuando dos estilos tan distintos, con tanto en juego, se cruzan en el octágono… lo único seguro es que habrá fuegos artificiales.
Fuentes de consulta:
- Bolavip: https://bolavip.com/mx/mma/ufc-confirma-la-fecha-de-revancha-entre-merab-dvalishvili-y-sean-omalley-en-historico-evento
- Notifight: https://notifight.com/contenido/57644/dana-white-oficializa-revancha-merab-dvalishvili-vs-sean-omalley-el-07jun-en-ufc
- Mundo Deportivo: https://www.mundodeportivo.com/ufc/20250402/1002437464/ufc-316-revancha-merab-dvalishvili-sean-omalley-llega-proximo-7-junio.html
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