Ilia TopuriaI y la UFC: El Matador que le Pone Sabor a los Madrazos

 Mira, si alguien está sacudiendo la jaula en la UFC últimamente, ese es Ilia Topuria, mejor conocido entre la banda como “El Matador” y ahora como "La Leyenda". Y no, no es de esos apodos puestos a la brava, el vato se lo ganó a punta de golpes bien dados. El compa hispano-georgiano está haciendo que el mundo voltee a ver a los pesos pluma, no solo por cómo se rifan sus combates, sino también por lo que suelta con la lengua. Porque si algo le gusta a este carnal, es echar verbo.

Ilia Topuria (foto: dazn.com)

Resulta que últimamente ha estado en el ojo del huracán por varias razones. Primero que nada, el tema del ranking. Según El Español, a Topuria lo acomodaron en una posición medio rara dentro del ranking de la UFC, como si lo estuvieran bajando de nivel sin que haya perdido ni un round. Esto huele a movida política de la UFC, como si quisieran hacer espacio para otro gallo de su corral. Ya sabes cómo es el negocio.

Y hablando de peleas soñadas, por ahí se anduvo cocinando la idea de que se enfrentara contra Islam Makhachev. Pero nel, Khabib Nurmagomedov, que es compa de Islam, salió a decir que esa pelea ni al caso, que Topuria todavía no trae los méritos. Bolavip fue quien soltó ese chisme. Según Khabib, todavía falta carnita en el currículum del Matador para poder subirse con Makhachev. Como quien dice, “aguántate, morro”. Pero eso no le cayó nada bien a los fans de Ilia, que lo ven como un torito bravo que no se raja con nadie.

Y si ya de por sí el ambiente estaba calientito, pues Topuria le echó gasolina al fuego diciendo que si McGregor quisiera pelear con él, tendría que morir y volver a nacer. Así, con todas sus letras. Lo soltó con una sonrisa, pero sabiendo que sus palabras iban a retumbar. Eso lo reportó Marca, que hasta tituló como si Ilia se estuviera burlando del irlandés. Y bueno, entre que son peras o manzanas, todos sabemos que esas declaraciones venden, y en la UFC eso es oro molido.

Lo que sí es que este bato no es de esos que se quedan callados. Tiene con qué hablar y con qué pelear. En el octágono se ve fino, con técnica, pero sin miedo a soltar golpes. No es de esos que bailan mucho sin pegar. Él va al frente, se acomoda bien, y cuando encuentra hueco, ¡pum!, a dormir el rival. Tiene ese estilo medio rudo pero inteligente. No va a lo loco, pero tampoco se anda con delicadezas. Y eso, la neta, a la banda le late.

Ilia TopuriaI (foto: sportingnews.com)

Ahora, lo interesante es cómo ha cambiado la imagen del peleador español en la UFC. Porque antes, cuando pensabas en peleadores hispanos, se te venían a la mente mexicanos o latinos del otro lado del charco. Pero Topuria ha puesto a España en el mapa de la UFC, y eso no es cualquier cosa. Ya lo ven como un representante de la nueva ola. Es joven, con una base sólida, y sobre todo con hambre de más. El vato no se conforma con ser campeón de una división, ya está pidiendo brincar de categoría. Ese tipo de ambición es lo que hace falta para que la UFC siga siendo un espectáculo.

Lo curioso del caso es que también hay raza que no lo traga. Que si habla mucho, que si se cree mucho. Pero pues, a ver, ¿quién en la UFC no presume? Este negocio no solo se trata de pelear, se trata de vender peleas. Y para venderlas hay que armar show. Y Topuria, con todo y su acento cargado y su flow europeo, sabe armar el show a la mexicana: con bravata, con barrio, y con frases que te hacen reír aunque estés en desacuerdo.

Además, no hay que olvidar que detrás de cada madrazo hay una estrategia. Ilia no suelta palabra nomás porque sí. Todo está pensado. Cada frase que lanza va con el objetivo de colocarlo en el centro del escenario. Y lo ha logrado. Ya sea para bien o para mal, todos están hablando de él.

Entonces, ¿qué viene para Topuria? Pues la cosa no está clara. Podría pelear contra Islam Makhachev, podría buscar pelear con alguien como Volkanovski otra vez, o podría seguir calentando motores para una guerra mediática con McGregor, aunque ahí habría que ver si el irlandés todavía está en forma o solo vive de la fama. Porque si McGregor se sube al octágono con Topuria en su prime, podría llevarse una dosis de humildad bien servida.

Y eso es lo que tiene este show: drama, técnica, golpes, y mucho, pero mucho de lengua suelta. Ilia Topuria ha demostrado que no es un peleador más. Es una figura que, le caiga bien o mal a la gente, está dejando huella. Si sigue así, no solo va a hacer historia en la UFC, sino que va a abrir la puerta para toda una generación de peleadores hispanos que vienen detrás, listos para romperla.


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